CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota) .- "Ella estaba totalmente cautivada por sus habilidades de escritura", contó un antiguo compañero de clase de Emmanuel Macron, presidente electo de Francia, al diario Le Parisien, sobre los inicios de la relación entre el político, y su esposa 25 años mayor que él, Brigitte Trogneux. Ella era su maestra de francés y teatro cuando Macron era un adolescente de 16 años de edad.
"Clandestino, a menudo escondido, incomprendido por muchos... pero un amor que, a fuerza de tenacidad y determinación pudo ser vivido el gran día", explica el propio presidente en un ensayo titulado Révolution.
"Fue en el colegio, gracias al teatro, donde conocí a Brigitte. Las cosas sucedieron subrepticiamente y me enamoré. Por una complicidad intelectual que se convirtió, día a día, en una proximidad sensible. Después, sin contienda alguna, en una pasión que todavía dura”, describe en el mismo texto.
Después de pasar años con una relación en la clandestinidad, en la que Brigitte, o "Bibi", como la llama Macron, vivía con su esposo y tres hijos, y que los padres de él intentaron separarlos, ella decidió divorciarse para casarse, en 2007. Entonces ella tenía 54 años de edad y Macron 29; ambos pertenecen a la élite de la burguesía francesa de Amiens, al norte de Francia.
El centrista Emmanuel Macron, de ahora 39 años, se convirtió este domingo en el mandatario más joven de la historia de ese país, después de que venció a la ultraderechista Marine Le Pen.
El presidente de menor edad había sido el emperador Napoleón, de 40 años, quien dirigió a la nación a principios del siglo XIX.
Una relación sin edad
Los medios de comunicación franceses han descrito la relación como una de las claves para el empuje y éxito en la política del nuevo presidente de Francia.
"Sin ella no estaría yo aquí hoy", declaró el líder liberal a la prensa cuando pasó a la segunda vuelta en las presidenciales.
Los nuevos inquilinos del Palacio del Elíseo han sido siempre apoyados por los tres hijos de Brigitte Trogneux, quienes públicamente han apoyado a Macron en eventos y declaraciones a los medios de comunicación.
En numerosas entrevistas la pareja y sus allegados han descrito que la relación está fuertemente basada en la compatibilidad intelectual entre ambos; desde que juntos empezaron a escribir literatura en el colegio. Luego, en su carrera como político, ella le ha ayudado casi como una asesora permanente.
“Brigitte Macron minimiza, a partir de ahora, su papel en la campaña: ‘Soy la mujer del candidato, nada más’ (…) Pero es falso, claro. Es mucho más que eso, (…) es el medio de transmisión, consejera, supervisora de la agenda, del horario… ‘Emmanuel, vamos’, le previene al final de los mítines, cuando él se entretiene demasiado. Durante todo el día, apunta en su portátil lo que escucha, sus ideas y sus sugerencias. Y todas las noches, es un ritual, la pareja hace un ‘debriefing’”, señaló en un artículo llamado Brigitte Macron, la acompañante presidencial, el periódico Le Monde.