Después de la destitución del Director de Buró Federal de Investigaciones (FBI), Sean Spicer, aseguró que el presidente, Donald Trump, ya está viendo nombres de posibles candidatos para ocupar el puesto que está disponible desde ayer en el Buró.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que el primer paso es que el Departamento de Justicia identifique a un jefe interino de la agencia, incluyendo el subdirector Andrew McCabe.
Pero el Senado avanza hacia una de las batallas de confirmación más cargadas sobre quién reemplazará al destituido director del FBI, James Comey.
Los demócratas exigen cada vez más la confirmación de que el sucesor de Comey sea puesta en pausa hasta que un fiscal especial sea designado para supervisar la investigación federal sobre posibles connivencias entre la campaña de Trump y funcionarios rusos.
Mientras tanto, los republicanos no coinciden en ello e instan al presidente Donald Trump a nombrar rápidamente a un candidato para dirigir el FBI.
Los demócratas del Senado ejercen poca influencia para impedir que el reemplazo de Comey sea confirmado, considerando que cualquier nominado puede ser aprobado por la Cámara por mayoría simple. Pero los ex directores del FBI han ganado el apoyo esencialmente unánime del Senado, dirigiendo la lucha de confirmación a aguas desconocidas si se convierte en un combate partidario.
"Creo que debemos franquear al director del FBI hasta que obtengamos al fiscal especial", dijo el senador Mark Warner de Virginia, la persona de los demócratas que lidera la investigación del Senado sobre la interferencia de Rusia en la campaña de 2016.
Otros cuatro funcionarios actuales del FBI también están siendo considerados para el puesto temporal.
Funcionarios de la Casa Blanca no discutirán posibles candidatos para reemplazar a James Comey permanentemente, pero informes de medios estadunidenses parecieran centrarse en seis candidatos:
Chris Christie
Gobernador de Nueva Jersey, era un abogado de Estado en el gobierno de George W. Bush con reputación de combatir la corrupción pública.
Él mismo ha sido blanco de investigaciones sobre el escándalo de Bridgegate. Y Christie ha expresado su deseo de permanecer como gobernador hasta 2018.
David Clarke
Sheriff del condado de Milwaukee, ha emergido como una voz pro-Trump de la aplicación de ley como un lawman afroamericano en la era de la materia negra de las vidas. Sin embargo, Clarke sería el primer director del FBI en la historia sin experiencia previa en la aplicación de la ley federal.
Trey Gowdy
Fue un fiscal de carrera y fiscal federal antes de ser elegido al Congreso en 2010. Fue presidente del Comité Selecto de la Cámara sobre Benghazi, investigando el papel de Hillary Clinton en el ataque de 2012 al consulado estadounidense en Libia.
Ray Kelly
El excomisionado de la policía de Nueva York ocupó puestos en el Tesoro de la administración Clinton y fue mencionado como posible jefe del FBI en los presidentes Clinton y Obama.
Andrew McCabe
Actualmente es subdirector en el Departamento de Justicia y ha confirmado que está siendo entrevistado para el trabajo interino.
McCabe ayudó a supervisar la investigación del correo electrónico de Clinton, pero también viene con el bagaje político: Su esposa, Jill McCabe, fue candidata democrática para el senado estatal en Virginia.
John Pistole
Es ahora el presidente de la Universidad de Anderson en Indiana, Pistole es exdirector adjunto del FBI y director de la Administración de Seguridad de Transporte. Y está cerca del vicepresidente Mike Pence.
Mike Rogers
Fue presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara baja y congresista siete meses de Michigan; tiene una cualificación obvia, es un exagente especial del FBI.
Rogers sirvió brevemente en el equipo de transición de Trump, pero fue removido en una reorganización a mediados de noviembre. Incluso el breve tiempo que Rogers dedicó a ayudar a Trump alimentará preguntas sobre su independencia. Pero una investigación de Benghazi que dirigió como presidente del Comité de Inteligencia esencialmente eliminó a Hillary Clinton de actos ilícitos, lo que podría tranquilizar a algunos demócratas.
Ken Wainstein
Wainstein es un antiguo fiscal federal que ahora trabaja en privado, fue el primer jefe de la división de seguridad nacional del Departamento de Justicia cuando se formó en 2006. Anteriormente fue abogado de Estados Unidos en la capital de la nación en tiempos del presidente George W. Bush.
También trae la experiencia del FBI, habiendo servido como consejero general y jefe de personal al director del FBI, Robert Mueller.
Wainstein es ampliamente respetado por los fiscales y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, fue considerado por el presidente Barack Obama como reemplazo de Mueller en 2011 antes de que Obama le pidiera a este último que prorrogara su mandato por dos años.
Chuck Rosenberg
Chuck Rosenberg es un veterano fiscal federal que actualmente está actuando como jefe interino de la Drug Enforcement Administration (DEA).
Antes de tomar ese puesto era el jefe de personal de Comey, una conexión que podría estar demasiado cerca para la comodidad de Trump.
Es muy apreciado por abogados republicanos y demócratas. Sirvió en una serie de funciones de alto nivel en el Departamento de Justicia y como fiscal en el norte de Virginia. De interés potencial para Trump, Rosenberg tiene experiencia con la aplicación de la ley en la frontera mexicana de una restricción como actuar abogado de EU en el sur de Texas hace una década.
George Terwilliger
Sirvió como subprocurador general bajo el presidente George W. Bush a principios de los años 90, después de servir como abogado de Estados Unidos en Vermont y como fiscal federal en Washington.
Terwilliger habló en contra de la decisión de Comey en octubre de revelar que el FBI había reabierto la sonda de correo electrónico de Clinton para examinar nuevas pruebas. "Hay una diferencia entre ser independiente y volar solo", dijo a The New York Times.
Ha estado activo en los círculos políticos republicanos y en 2014 pidió un consejo especial para investigar la orientación del IRS a los grupos conservadores. En la práctica privada durante las últimas dos décadas, actualmente está defendiendo al ex representante Aaron Schock (R-Ill.).
Larry Thompson
Larry Thompson se unió al abogado demócrata y exprocurador general adjunto, Jamie Gorelick en un editorial del Washington Post el otoño pasado que criticó a Comey por sus decisiones de dar a conocer aspectos de la investigación por correo electrónico de Clinton.
"Ahora tenemos transparencia en tiempo real, tomamos su límite ilógico, una especie de reality TV de investigación criminal federal", escribieron. "Es antitético a los intereses de la justicia, poniendo un dedo en la escala de esta elección y dañando nuestra democracia".
Thompson goza de una fuerte reputación entre los exfuncionarios de la Justicia, pero a los 71 años su edad también podría ser un problema. Trump podría hacer historia al nombrar a Thompson: Sería el primer afroamericano en encabezar el FBI, que está luchando por mejorar la diversidad de su cuerpo de agentes especiales.
Mark Filip
Filip, también es exsubsecretario general cuando George W. Bush asumia la presidencia de los Estados Unidos. Tiene algunos puntos de currículum que otros candidatos carecen. Él era un juez federal en Chicago antes de tomar el trabajo No. 2 en el DOJ.
También fue empleado de la ley ante el juez Antonin Scalia, a quien Trump le gusta elogiar.
Fran Townsend
Townsend es mejor conocido como asesor de seguridad interna de George W. Bush, pero comenzó su carrera como fiscal federal en la ciudad de Nueva York, sirviendo durante un tiempo bajo la entonces EU. Abogado Rudy Giuliani. Ella sostuvo una serie de altos puestos del Departamento de Justicia durante la administración Clinton, incluyendo como consejero de la Procuraduría General Janet Reno.
Fran estaba al parecer en la carrera para ser secretario de Seguridad Nacional, pero Trump finalmente optó por el general John Kelly para ese puesto.
También daría a Trump una oportunidad de hacer historia al nombrar a la primera mujer como directora del FBI, pero algunos republicanos han estado muy preocupados por ella debido a los papeles que ocupó en el DOJ durante los años de Clinton.
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