En un nuevo día del magnate Donald Trump en la Presidencia de Estados Unidos, el mandatario se dijo confiado que la batalla legal sobre el veto migratorio no llegará hasta la Suprema Corte de Justicia, sugiriendo que el sentido común de su orden ejecutiva será reafirmado por cortes inferiores.
“Vamos a ver. Esperemos que no tenga que ser así. (La orden) es de sentido común. Algunas cosas son leyes y estoy a favor de eso. Algunas cosas tienen sentido común. Esto es sentido común”, mencionó.
Hablando con reporteros en la Casa Blanca poco antes del inicio de una reunión a puerta cerrada con jefes policiacos del país, Trump pareció aceptar que serán las cortes las que tengan la última palabra sobre el futuro de su orden ejecutiva, pero insistió en la necesidad de tener este veto.
“Es muy importante para el país independientemente de mí o de quien me reemplace en fecha posterior. Debemos tener seguridad en nuestro país. Este es un enorme caso judicial. Estamos bien representados y vamos a ver qué pasa”, abundó.
El lunes la administración Trump pidió a la Corte de Apelaciones del Noveno Distrito restablecer el veto migratorio contra inmigrantes o refugiados de siete países con mayoría musulmana, bajo el argumento de que es legal y consistente con la autoridad presidencial.
Por lo que este martes la Corte de Apelaciones del Noveno Distrito escuchó los argumentos orales sobre el veto migratorio ordenado por el presidente estadounidense y que un juez del estado de Washington bloqueó a nivel nacional el viernes pasado.
Por poco más de una hora, los tres jueces de la corte de apelaciones escucharon vía telefónica los argumentos del procurador general del estado de Washington, Noah Purcell, y de August Flentje, consejero especial del Departamento de Justicia de la administración Trump.
Durante los argumentos del procurador Purcell, los jueces señalaron en varias ocasiones que la prohibición de viajar ordenada por el mandatario estadunidense equivalía a una discriminación antimusulmana.
Por otra parte, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, se pronunció a favor de lograr una alianza con México en la lucha contra el narcotráfico, al tiempo que insistió en la construcción de un muro en la frontera que tendría que estar “bien avanzado” en dos años.
En su primera comparecencia ante la Cámara de Representantes de EU, Kelly manifestó que México puede ser un “gran aliado” para EU, si ambos países colaboran en la destrucción de cultivos de amapola y laboratorios de producción, así como si combaten juntos a la heroína y las metanfetaminas antes de que lleguen a la frontera.
Por otra parte, se comprometió ante el comité legislativo a levantar el muro fronterizo con México.
Ante la pregunta del plazo para la construcción de la muralla, Kelly señaló que “es difícil de saber, depende de la financiación y de todo eso, pero me gustaría ver que está bien avanzado dentro de dos años”.
La falta de un muro es una “herida abierta” en las defensas del país, lanzó. Aunque dijo que no es posible construir “un muro al mismo tiempo en todos los lugares”, por lo que solicitó herramientas que ayuden con una barrera de vigilancia aérea, como drones.
En materia internacional, Trump y el jefe del Gobierno de España, Mariano Rajoy, sostuvieron una comunicación telefónica de cerca de 15 minutos de duración.
Rajoy informó al presidente de Estados Unidos que la nación ibérica está en condiciones para ser un interlocutor de su país en Europa y América Latina, así como en el Norte de África y Medio Oriente.
El Gobierno español informó en un comunicado que los mandatarios intercambiaron comentarios sobre las relaciones bilaterales, la seguridad y la economía.
De acuerdo con información del gobierno español, Rajoy mostró su disposición a desarrollar una buena relación con la nueva administración estadounidense, mientras que Trump se ha interesado de forma especial por la situación de la economía española.
En ese contexto, el jefe del Ejecutivo ha recalcado que España, “con un Gobierno estable y con una economía que crece a más del 3 por ciento, está en las mejores condiciones para ser un interlocutor de Estados Unidos en Europa, América Latina y también en el Norte de África y Medio Oriente”.
Los nominados de Trump
Por primera vez en la historia y tras un empate de 50-50 entre demócratas y republicanos, el vicepresidente Pence usó su facultad de presidente del Senado para emitir su sufragio y eligió a Betsy DeVos, una multimillonaria sin experiencia en educación pública, como secretaria de Educación de EU.
La nominación fue criticada por los demócratas, que la acusaron de tener escasa experiencia en el manejo de la educación.
La semana pasada el diario The New York Times realizó una campaña que llamó “un republicano con dignidad” para realizar ese voto insurgente contra quien ha sido calificada como enemiga de la educación pública.
DeVos fue presidenta del Partido Republicano en su nativo Michigan, su esposo Dick, es heredero de la fortuna de Amway, una empresa de ventas directas o marketing multinivel.
A su vez, Andrew Puzder, el nominado del presidente Donald Trump para secretario del Trabajo de Estados Unidos, admitió haber contratado a una indocumentada y tenerla como empleada doméstica en su residencia en California.
Puzder, presidente de la empresa CKE, matriz de las cadenas de restaurantes de comida rápida Carl's Jr. y Hardee's, espera, sin embargo, que el incidente no descarrile sus posibilidades de ser confirmado, a pesar a que su audiencia de confirmación ha sido pospuesta en varias ocasiones.
“Mi esposa y yo contratamos a una trabajadora doméstica durante unos cuantos años, durante los cuales no tuve conocimiento de que no estaba autorizada a trabajar legalmente en Estados Unidos”, señaló en un comunicado a los medios informativos.
“Cuando me enteré de su estatus, inmediatamente pusimos fin a su empleo y le ofrecimos ayuda para legalizarse. Hemos pagado por completo los impuestos al IRS (Servicio Interno de Rentas) y al estado de California y presentado toda la información sobre su empleo”, añadió.
lrc