Para poder combatir la contaminación de manera eficaz, se tiene que atender el problema como un asunto regional, así como regular y verificar, no solo, a los automóviles sino a las industrias, motocicletas y actividades cotidianas que generen emisiones, coincidieron investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
En conferencia de prensa, los especialistas criticaron la poca acción y coordinación de los distintos niveles de gobierno para atender y abarcar los multifactores que provocan los altos índices de contaminación en el Valle de México.
Señalaron que la solución para lograr una mejor calidad del aire no sólo está en el gobierno, aunque tiene una gran responsabilidad, sino debe de haber una participación conjunta entre sociedad y autoridades.
El director del Instituto de Geografía de la UNAM, Manuel Suárez Lastra, reiteró que este problema que atraviesa la Megalópolis es regional, no solo de un municipio o estado, donde además hay muchos factores.
“Hay diferentes dependencias u organismos que tienen ser responsables de vigilar cada una de esas áreas. Y solo es en la medida que todos estén funcionando que puedan asegurar que en los distintos niveles se esté haciendo todo lo que se tiene que hacer. Eso requiere que haya un organismo, en un principio tendría que ser la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CaMe), que pueda no solo proponer, sino vigilar y sancionar”.
Suárez Lastra sugirió se necesita una instancia que lo regule. El problema es que a nivel regional cuando intervienen diferentes entidades federativas, no hay facultad de sancionarlas. “Se tienen que hacer ciertas modificaciones a la ley, para que eso pueda funcionar”.
En tanto, Gerardo Ruiz Suárez, investigador del CCA, explicó que es difícil decir que si las contingencias ambientales implementadas por los gobiernos de la Megalópolis resuelven o no el problema de la contaminación, ya que se tiene que hacer una medición real y no con resultados a medias.
“Hay varias actividades que se tienen que realizar: evitar el bacheo, que las empresas que operan con compuestos orgánicos volátiles deben de bajar su actividad. Eso se tiene que vigilar y le toca al gobierno federal, a la Profepa, y a los municipios”.
Insistió que los gobiernos se deben de coordinar, además que la población también debe de asumir su responsabilidad.
“En esta contingencia se alcanzó a ver zanjas en las calles, obras. Esas cosas no deben de ocurrir en periodo de contingencia. No debe de haber actividades de jardinería pública porque se perturban las plantas y generan más emisiones. Lo que se tiene que hacer es buscar mejorar la movilidad para evitar aumentar las emisiones. Se trata de que todas las autoridades y de la población vigilen y hagan.
Si sabemos lo que no debe de ocurrir durante un periodo de contingencia a parte de que no puedo sacar mi auto, tenemos que vigilar de que eso ocurra y reportarlo a la autoridad. Es la participación de todos”.
¿Motocicletas se deben regular?
El uso de las motocicletas no es un problema grave ahora sino si puede ser para largo plazo. En el 2012 había 170 mil y en el 2014, incrementó a 262 mil. Se registró un aumento de 50 por ciento, explicó Ruiz Suárez.
“Los factores de emisión son menores a la de los autos, aunque no mucho, sobretodo en compuestos orgánicos volátiles. Una motocicleta con cuatro años de edad emite tantos compuestos orgánicos volátiles por kilometro como un auto fase 1”.
Indicó que en este momento el regular las motos no tiene todavía un efecto en evitar que haya contingencia.
“Lo que se tiene que evitar es motocicletar la ciudad. Es un problema de equidad ambiental. Si una moto que tiene cuatro años contamina lo mismo que un auto con calcomanía 1 ¿de qué privilegios gozan las motos? Todos debemos estar regulados. Y las motos están ignoradas, no exentas.”