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“Vicente Fernández” provoca conflicto en estación del metro (VIDEO)

Un fragmento de 'Lástima que seas ajena' provocó un conflicto en donde se vieron involucrados golpes, una denuncia de acoso sexual ante el ministerio público y linchamiento en redes sociales.

Escrito en METRÓPOLI el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Un fragmento de la conocida canción “Lástima que seas ajena”, de Vicente Fernández, provocó un conflicto en donde se vieron involucrados golpes, insultos, una denuncia de acoso sexual ante el ministerio público y linchamiento en redes sociales.

 

Este suceso circuló en redes sociales, donde también se dio a conocer un video donde se muestra parte de la situación. La Silla Rota buscó a las dos partes involucradas en este conflicto.

 

Una de ellas denuncia incompetencia de las autoridades judiciales, y la otra, linchamiento en redes sociales con amenazas.

 

El pasado lunes 20 de marzo, ‘día de puente’ para los mexicanos, un grupo de jóvenes salieron a tomar unos tragos a un bar en el centro histórico de la ciudad. También lo hizo una pareja de novios.

 

En entrevista, Marcela relata que desde que se encontraba en el bar, un grupo de tres hombres le lanzaba miradas lascivas, con comentarios refiriéndose a su cuerpo. Sin embargo, decidió ignorarlos para no generar confrontaciones.  

 

Después, fue a cenar con su novio y amigos a un lugar del centro. Ya de camino a casa, en la estación de metro Isabel la Católica, se volvió a encontrar con los tres sujetos, quienes nuevamente se refirieron a ella y le cantaron una estrofa de “Lastima que seas ajena”, ya que caminaba acompañada de su novio.

 

“Nos encontramos con los sujetos otra vez en el metro. Volvieron a hacer comentarios como ‘qué guapa’, ‘lástima que seas ajena’, y cosas como ‘socio’ a mi novio. Él se sacó de onda, y se acercó a ellos para preguntarle que si nos decían a nosotros, ellos muy agresivos les responden que porqué se metía”, relata Marcela.

 

Por su parte, Fabián, uno de los involucrados, cuenta que ese día salieron de fiesta con sus amigos. Estuvieron un tiempo en un bar y después pasaron a otro. Ya alrededor de las 10:00 de la noche, se dirigieron al metro para ir cada uno a sus casas.

 

Recuerda en entrevista, que hace poco terminó una relación de seis meses, por lo que sus amigos empezaron a cantarle ‘Lástima que seas ajena’, para referirse a su ruptura, cuando pasó la pareja de jóvenes.

 

“En el metro, nosotros tres veníamos en nuestra fiesta, en nuestro cotorreo. Yo acabo de terminar una relación y mis amigos me empezaron a cantar la canción ‘Lástima que seas ajena’, pasa esta pareja, de estos chicos y cuando mi amigo empieza a cantar, el chavo se regresa: ¡¿Qué dijiste?! Me dijo muy agresivo”, señala.

 

La discusión ente Fabián y el novio de Marcela sube de nivel y comienzan los golpes, empujones y puñetazos. La pareja de la joven termina con la nariz ensangrentada.

 

En este momento, se involucran los elementos de seguridad del sistema de transporte e impiden que el grupo de hombres saliera de la estación.

 

“Les dije a mis amigos que mejor nos fuéramos y caminamos. Pero el metro no pasaba y ellos nos están señalando con la policía, que los queríamos robar y un montón de cosas. Les dije a mis amigos que mejor nos saliéramos, pero ya los oficiales no nos dejaron salir”, recuerda Fabián.

 

“Uno de ellos le aventó un cabezazo a la cara a mi novio y le empezó a salir mucha sangre de la nariz, lo golpearon se cayó de las escaleras y lo empezaron a patear, yo quise ayudar a mi novio, y me le puse enfrente, no me hizo nada, pero seguían de agresivos, le hablé a la policía, los sujetos corrieron a los andenes, los seguimos. Los detuvieron, ya no los dejaron salir”, cuenta Marcela.

 

La joven decidió denunciar a los tres hombres por acoso sexual. Todos fueron llevados al ministerio público esa noche.

 

Linchamiento en redes sociales

Fabián denuncia que la pareja ha hecho una serie de publicaciones en redes sociales sobre este conflicto, lo cual califica de linchamiento.

 

Señaló que también se han dado a conocer los nombres de él y sus amigos, fotografías y sus perfiles de Facebook. Esto ha ocasionado que otras personas les envíen amenazas e insultos, por algo que afirma, no cometieron.

 

“En mi perfil personal, empiezo a recibir amenazas y que ya sé dónde vives. Ya expusieron mis fotos, mi perfil personal, mi rostro es ya identificable. Hay quienes me dijeron: ya sé quién eres y te voy a buscar”, lamenta.

 

De acuerdo con Fabián, la situación sí se salió de control en la estación de metro, entre él y el novio de la joven, al cual llama ‘borrachazo’. Pero asegura, que en ningún momento abusaron de Marcela, insultaron o se refirieron a su cuerpo.

 

“Estoy de acuerdo en que la situación fue un descontrol de su novio y yo, él venía bravo. Ya siendo burdos, fue un ‘borrachazo’ como del novio, como mío. Pero la novia tomó la actitud de revancha por la situación con su novio y decir que fue por acoso, cosa que no es verdad”, dice.

 

Además, afirma que son juzgados por su apariencia y que las autoridades creen más las palabras de ella, por ser mujer.

 

“Es su palabra contra la mía, pero como ella es mujer y yo estoy tatuado, me gusta dejarme la barba, y mis amigos también, ya nos tachan de criminales, degenerados, y ahora hasta violadores”, señala.

 

Ineptitud de autoridades del MP

Por su parte, Marcela lamentó la actitud que tomaron las autoridades del Ministerio Público encargado de delitos sexuales, ya que en un principio la persuadieron para que no levantaran la denuncia.

 

También, la hostigaron cuestionándola de con qué frecuencia salía a los bares y qué tan tomada estaba esa noche. Le preguntaron qué tipos de piropos le hicieron los hombres, si buenos o malos.

 

“Yo sentía que me estaban intentando persuadir para que no presentara la denuncia, me decían que si no me habían tocado, no era acoso sexual. Que podían seguirme, tomarme fotos y miradas lascivas, pero si no me tocaban, no. También me preguntaron que cuáles piropos dijeron, porque hay piropos buenos y malos y yo no lo podía creer, eran comentarios muy machistas, me preguntaban si salía mucho a tomar”, recuerda molesta.

 

A Marcela le tomaron la declaración hasta las 4:00 de la mañana. Su asesor legal, que debe ser proporcionado por las autoridades, nunca llegó.

 

Después de ese procedimiento, ella y su novio fueron a desayunar y descansar un rato. Cuando regresaron al Ministerio Público, los hombres a los que acusaba de abuso sexual ya habían sido liberados.

 

“Muy probablemente ni siquiera se terminó el proceso como debería. Para ser honesta, no tengo ganas de pedirles nada a las autoridades, da una desesperación porque yo no puedo hacer nada. Creo que todo funciona con dinero, un buen abogado o una buena mordida, las cosas no se toman en serio”, sentenció.

 

 

 

 

fmma