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Resalta operativo de seguridad en toma de protesta de Astudillo

Hasta la Policía Militar, corporación que sólo puede salir cuando la Seguridad Nacional se encuentra en riesgo, patrulló la ciudad.

Escrito en ESTADOS el

CHILPANCINGO, GUERRERO (La Silla Rota).- El PRI regresó al gobierno después de 10 años de ausencia. Se notó desde 500 metros a la redonda del Congreso de Guerrero: miles de personas se atiborraron entre los cercos metálicos y filtros de seguridad que cuidaban elementos de la Fuerza Estatal. Héctor Astudillo Flores, en el recinto legislativo tomó los votos del Ejecutivo por los próximos seis años.

Hasta la Policía Militar, corporación que sólo puede salir cuando la Seguridad Nacional se encuentra en riesgo, patrulló la ciudad. Todas las corporaciones desplegaron un operativo anoche mismo para resguardar el Congreso del Estado.

La transición del gobierno de Guerrero ocurrió en los dos días, 26 y 27 de octubre, que los padres de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, recuerdan a la sociedad con marchas que ya pasaron 13 meses y no saben nada de sus hijos.

Las mismas calles del perímetro del Congreso local, donde minutos antes los transportistas llevaban a priístas al evento, las ocuparon los padres y normalistas de Ayotzinapa, acompañados de miembros de la Federación Estudiantil Campesina Socialista de México (FECSM), con la firme demanda de que les regresen a sus hijos.

El recién nombrado gobernador los contempló en su discurso. Se comprometió con la verdad histórica de los hechos sin dejar escapar antes las complicidades  de la clase política en el caso, refiriéndose al perredista José Luis Abarca Velázquez y su relación con el cártel Guerreros Unidos. Refiriéndose a la herencia perredista.

"La lucha de los 43, es la lucha de todos...". "¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!". Esos son los trozos de consignas que dejaron los contingentes de las marchas que siguieron a la toma de protesta del priísta.

Y las huellas de una trifulca de 10 minutos entre normalistas y policías antimotines estatales, en la que hubo piedras, petardos, bombas molotov y gas lacrimógeno.

Astudillo tan pronto tomó protesta, escuchó las posiciones de las diputados que representan las fracciones y dio su primero discurso como gobernador, se retiró del Congreso.

Por la tarde, en el Fórum Imperial de Acapulco, le esperaba la verdadera fiesta: un ritual político donde tendría de invitado al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Dentro  del Congreso local Astudillo reconoció que el estado de Guerrero es más que un sinónimo de la lucha social, es el primer lugar en la siembra de amapola y goma de opio. "Somos el primer productor nacional de amapola y opio. Ocupamos, según el INEGI, el primer lugar, en corrupción. El turismo dejó de ser nuestra actividad preponderante, y por todo ello ocupamos el antepenúltimo sitio el desarrollo humano”, admitió.

Anunció también una "radical" transformación de los mandos policiacos y la concertación del Mando Único policial.

La diputada de Morena, María de Jesús Cisneros Martínez, arrancó su posición sin reconocer el nuevo gobierno. "Esta vez, ¿Héctor Astudillo reconocerá que llegó al poder con maniobras oscuras?", dijo la diputada, que en respuesta consiguió la rechifla de los priístas que solo aplaudieron durante la hora y media que duró la toma de protesta.

Ricardo Mejía Berbeja, del Movimiento Ciudadano (MC), se centró en la impunidad y corrupción en la que, dijo, se encuentra Guerrero. Llamó a Astudillo a revelar a la sociedad un informe detallado de las finanzas del estado.

"Astudillo, te damos la bienvenida", dejaron en una de las paredes del Congreso del Estado los normalistas durante la protesta seguida al acto de posesión del nuevo gobernador. Así comenzó el gobierno.

maaz