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Congelan el cerebro enfermo de su hija; esperan revivirla en el futuro

Se trata de Matherym Naovaratpong, quien falleció el pasado 8 de enero de 2015, sin embargo, haciendo uso de la tecnología conocida como criónica o criopreservación, su cerebro se mantiene a salvo

Escrito en MUNDO el

Con tan sólo dos años, una niña tailandesa fue diagnosticada con un cáncer cerebral que no le dejaría cumplir ni un año más, sin embargo, sus padres no se dieron por vencidos y encontraron en los avances científicos una salida con la que esperan volver a disfrutar de su hija en el futuro.

 

Se trata de Matherym Naovaratpong, quien falleció el pasado 8 de enero de 2015, sin embargo, haciendo uso de la tecnología conocida como criónica o criopreservación, su cerebro se mantiene a salvo.

 

Su padre, Sahatorn, comentó que “el primer día que se enfermó Einz (como llamaba a su hija), me surgió rápidamente esta idea de que debíamos hacer algo científico para ella, todo lo que fuera humanamente posible en ese momento (…) Sentí un verdadero conflicto en mi corazón con esta idea, pero también necesitaba llevarlo a cabo. Así que le expliqué la idea a mi familia”.

 

Con esta tecnología, la organización Alcor colocó el cerebro de la niña en un estado de congelamiento profundo en el momento de la muerte y se mantendría de esta forma hasta que la ciencia avance hasta un punto en el que puedan revivirla, con un nuevo cuerpo para ella.

 

Esta historia que pareciera acercarse más a un filme de ciencia ficción, podría ocurrir algún día, según algunos científicos citados por el padre.

 

“En el pasado hubiéramos pensado que tomaría unos 400 o 500 años, pero justo ahora podemos imaginar que esto será posible en sólo 30 años”, lanzó.

 

Alcor es una organización sin fines de lucro asentada en Arizona, Estados Unidos, es identificada como la principal proveedora de “servicios de extensión de vida”.

 

Un equipo de esta organización viajó a Tailandia para supervisar el enfriamiento inicial del cuerpo, para luego transportarlo a Estados Unidos luego de que fuera declarada muerta.

 

Ya en Arizona, Alcor extrajo el cerebro de la menor y ahora lo mantiene a una temperatura de -196 grados centígrados. Esta es su paciente número 134, la más joven.

 

lrc