Cleaya.- El martes 22 de marzo, Armando, Javier, Pancho, Miguel, José y Francisco Javier, salieron de Juan Martín, una comunidad de Celaya, para tocar en un evento. Como ayudantes los acompañaban Alberto y Juan Diego de 15 años. Se despidieron de sus familias temprano, pero no regresaron a casa, ese día fueron asesinados.
La historia de los músicos y cantantes que terminó cruelmente la semana pasada inició hace casi 30 años, cuando los hermanos Armando, Javier y Raúl Pérez formaron una pequeña banda grupera que al paso de los años se volvió una de las más populares de las comunidades celayenses.
La historia de “Los Chuparrecio”: La música y la familia
Armando Pérez era el mayor de todos, supo que se quería dedicar a la música desde su infancia. Siendo un niño se unió a una agrupación en Juan Martín y aprendió a tocar el bajo, acordeón, guitarra y teclado. Se convirtió en un multi instrumentista a una corta edad.
A él se le unieron sus hermanos Javier y Raúl, y así comenzó la historia de “Los Chuparrecio”.
Los tres se organizaron, tenían que ponerse de acuerdo sobre quién haría qué en la banda. Finalmente, después de valorar las habilidades de cada uno, quedó así: Armando como bajista, Javier en el acordeón, teclado o guitarra y Raúl como vocalista.
Los tres fueron figuras inspiradoras para los jóvenes de Juan Martín. El estilo que tenían y la alegría con la que tocaban hizo que más personas se quisieran unir a la agrupación. Finalmente terminaron integrándose Pancho (hijo de Javier), y los hermanos Francisco Javier, Luis Miguel y José Juan Maldonado Paredes.
Armando Pérez y su bajo. (Foto: redes sociales)
¿Por qué “Los Chuparrecio”?
Su talento y estilo de tocar les ganó fama entre los pueblos de Celaya. Comentaban que era una agrupación musical integrada por familiares que siempre sabían cómo animar una fiesta.
Algo que caracterizó a Armando, Javier y Raúl fue su forma de “tomar”, y cómo aprovechaban el ánimo que les daba el alcohol para dar su mejor presentación y contagiar a la audiencia de esa energía.
Se dieron cuenta que era su gusto por la bebida lo que los definía más, por lo que terminaron poniéndole “Los Chuparrecio” de nombre a la banda.
“Ellos tenían el carisma”, dice la gente de Juan Martín, cuentan que cuando bebían improvisaban canciones con el nombre de la persona que los contrató y eso alegraba a todos los invitados.
“Era gracioso en sus tocadas, ya que la persona que los contrató se reía tanto, igual que los invitados”, comenta un amigo cercano de los fallecidos.
La música que se resistió a ser apagada
En el año 2020, “Los Chuparrecio” vivieron su primera tragedia cuando perdieron a su hermano Raúl. Su voz era especial, recuerdan los que los conocían, era la mejor voz de los tres, dicen en el rancho, pero hace un año se apagó. Raúl murió atropellado mientras andaba en moto. Él fue el primer integrante que perdió la vida.
A pesar del luto que llevaron con su fallecimiento no dejaron de tocar, nada nunca los detuvo para compartir su música. Ni siquiera la humildad con la que vivían.
“Los Chuparrecio” andaban en una camioneta sencilla y vieja, era del año 1985. Poco les importaba la apariencia, iban a las tocadas con ropa sencilla y cómoda. La motivación para hacer lo que hacían no era el dinero, sino la satisfacción que les daba llevar la música a la gente, así sea en una camioneta con decenas de reparaciones encima y zapatos llenos de tierra.
"Los Chuparrecio" con Rodolfo y Raúl, el primero salió de la banda y el segundo falleció. (Foto: redes sociales)
No ganaban mucho dinero en cada tocada, ellos tenían otras profesiones que eran su verdadero sustento. Armando era un velador y Javier trabajaba en una tortillería. Cuando no tenían presentaciones, los hermanos se subían a los camiones de las comunidades para tocar. Cantaban acompañados de un acordeón y guitarra a cambio de unos pesos.
El último viaje de “Los Chuparrecio”
El martes de la semana pasada, Armando de 54 años, Javier de 51, Pancho de 21 años, Francisco Javier de 29 años, José Juan de 37 y Luis Miguel de 27 tenían agendada una tocada. Recibieron una invitación a un evento sin saber que sería su ultima.
Juntos, y en compañía de Alberto y Juan Diego de 15 años, salieron de sus casas en Juan Martín para llevar su música a una fiesta en la comunidad de San José el Nuevo, un rancho vecino.
Camioneta en llamas
Se supone que la tocada comenzaba a las 3:00 de la tarde, pero a las 3:45 su familia perdió contacto con ellos.
A las 9:00 de la noche la Policía Municipal de Celaya recibió el reporte de una camioneta en llamas en San José el Nuevo. Cuando mitigaron el incendio encontraron en su interior los cuerpos de 7 personas calcinadas, unos kilómetros más adelante localizaron el cuerpo de otra persona. Las víctimas estaban atadas de manos y presentaban impactos por arma de fuego.
Al día siguiente las familias de “Los Chuparrecio” denunciaron la desaparición de los músicos.
¿Dónde está la camioneta?
Sofía Huett López, secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública informó el miércoles 23 de marzo que habían identificado la camioneta en llamas. Tenía placas de Michoacán y contaba con reporte de robo. La familia de los desaparecidos no reconoció el vehículo.
Más adelante ese día por la tarde, la camioneta de los músicos fue localizada en la colonia Villas del Romeral. Estaba intacta, pero sin los instrumentos musicales.
Identifican los cuerpos
El viernes por la mañana, el fiscal Carlos Zamarripa confirmó que los cuerpos localizados dentro del vehículo en llamas pertenecían a los músicos celayenses “Los Chuparrecio”.
Familia y amigos le dieron el último adiós a las víctimas el domingo pasado tras una serie de despedidas llenas de música y lágrimas.
PR