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Protestas en Brasil contra Michel Temer

Miles de manifestantes salieron a las calles de distintas ciudades para pedir la destitución de Michel Temer como presidente

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Escrito en MUNDO el

En un clima de profunda crisis política y de hundimiento de la bolsa, miles de manifestantes salieron esta tarde a las calles de varias ciudades de Brasil para exigir la renuncia del presidente Michel Temer, poco después de que el mandatario rechazara públicamente su dimisión.

Sao Paulo, Río de Janeiro y varias ciudades del noreste del país registraban manifestaciones la noche del jueves, mientras a las puertas del Palacio del Planalto, la sede presidencial, cientos de inconformes comenzaron a congregarse al grito de “¡Fuera Temer!”.

Los manifestantes exigen la renuncia de Temer y la convocatoria a elecciones presidenciales, tras la revelación de unos audios que comprometen al mandatario en una trama de corrupción.

Según los audios, el mandatario brasileño habría aconsejado a un empresario seguir ayudando al expresidente del Congreso, Eduardo Cunha, considerado el "verdugo" político de la destituida presidenta Dilma Rousseff y condenado a 15 años de cárcel por corrupción.

En las grabaciones, filtradas la víspera por el diario O''Globo y publicadas este jueves por el Supremo Tribunal Federal, Temer mantiene una conversación de unos 35 minutos en la residencia presidencial con Joesley Batista, dueño de la empresa JBS, la mayor productora de carne del mundo.

Batista, que fue quien grabó secretamente a Temer, pide al mandatario ayuda en varios asuntos judiciales y, en tono de gran cercanía entre ambos, le confiesa que “está bien con Eduardo”, en alusión a supuestos pagos a Cunha, ya encarcelado, a lo que el presidente responde que “tiene que continuar con eso".

En el audio, al que tuvo acceso Notimex, el empresario incluso manifiesta que tendría, dentro del grupo de fiscales de la Operación Lava Jato, un funcionario que le estaría pasando información de forma ilícita.

Las revelaciones provocaron un terremoto político en Brasil, con tres pedidos de juicio político a Temer y la amenaza de que parte de los partidos políticos de la coalición gubernamental retiren su apoyo al mandatario, mientras la Bolsa de Sao Paulo y la moneda brasileña se hundieron.

El principal índice del parqué paulista cayó 8.79 por ciento, mientras el real se depreció un 8.06 por ciento frente al dólar, a pesar de la intervención del Banco Central para evitar la volatilidad.

Esta tarde, Temer realizó su primera alocución pública para defenderse de las acusaciones y negar cualquier irregularidad, en un breve discurso televisado en el que el mandatario apareció visiblemente contrariado y defendió su labor para reactivar una economía en recesión.

“No renunciaré, sé lo que hice y sé la corrección de mis actos. Exijo una investigación plena y muy rápida”, puntualizó Temer, cuya investigación por supuesta obstrucción a la justicia fue autorizada este jueves por el Supremo Tribunal Federal brasileño.

“En ningún momento autoricé que se pagase a nadie para estar callado. No tengo nada que esconder. Siempre honré mi nombre”, agregó Temer, en referencia a la grabación.

Uno de los asuntos más espinosos para Temer es la participación del diputado Rodrigo Rocha Loures como intermediario para negociar asuntos a fin de favorecer a la empresa JBS, según revelan los audios.

Filmaciones realizadas posteriormente por la policía federal –que habría colaborado con JBS- muestran a Rocha recibiendo 500 mil reales (156 mil dólares) como primer pago de una coima que debía totalizar, en el plazo de 20 años, 150 millones de dólares.

El soborno sería a cambio de ayuda gubernamental a la empresa a fin de resolver un contencioso con la estatal Petrobras sobre el precio del suministro de gas importado de Bolivia.

Tras las revelaciones, la oposición de izquierda pide la renuncia de Temer y la convocatoria a elecciones presidenciales, pero la Constitución brasileña no permite actualmente esa posibilidad.

En caso de renuncia o caída por "impeachment" (juicio político), Temer sería sustituido por un candidato designado mediante elecciones indirectas.

Bajo este esquema, el mandatario sería elegido por el Congreso brasileño, tras un periodo transitorio en el que asumiría la jefatura del Estado el presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, quien está acusado de corrupción por delatores de la Operación Lava Jato.





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