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Rebasan problemas penitenciarios al gobierno: expertos

La corrupción y la impunidad son los signos más importantes que impiden el saneamiento del sistema penitenciario

Escrito en ESTADOS el

MONTERREY, Nuevo León (La Silla Rota).- Los problemas en el penal del Topo Chico, son los propios de todos los centros penitenciarios del país: la corrupción, la impunidad y la falta de programas preventivos, más que reactivos, coinciden especialistas en seguridad quienes pronostican que los motines y violencia al interior de los mismos seguirán.

 

Mientras tanto, de acuerdo a organizaciones civiles, Ricardo Tejeda de Luna, recién nombrado director del Penal del Topo Chico, tiene en su currículum una larga lista de acusaciones de violación a los derechos humanos, maltrato, vejaciones, torturas y extorsiones en centros de readaptación social de Oaxaca, Quintana Roo y Torreón, donde ha laborado.

 

La designación, lejos de ser una solución a los problemas existentes en ese lugar podría perjudicar no sólo a las personas privadas de su libertad en dicho centro y a sus familiares, sino a toda la sociedad, afirman.

 

El investigador y sociólogo  Raúl Rubio Cano y el especialista Gilberto Ramírez, quien ha estado ligado a la extinta policía Judicial y en áreas de seguridad privada, coinciden en que la corrupción y la impunidad son los signos más importantes que impiden el saneamiento del sistema penitenciario y de la policía en general.

 

Además, hay improvisación, los gobiernos envían a los cargos a inexpertos, y pronto son presa fácil de los grupos delincuenciales al interior de los penales que terminan por ceder y aceptan “las ganancias”, dice Ramírez, quien afirma que la tortura no ha sido erradicada del todo y prevalece como arma y chantaje, ya sea por parte de las propias autoridades penitenciarias o bien de los grupos que mantienen el control de los penales, como Topo Chico. Todo ello, lleva a la violencia y a la tierra de nadie ahí adentro, aclara.

 

 

Para Rubio Cano, hay más una acción reactiva que preventiva, lo que demuestra una falta total de un proyecto que sea capaz de limpiar los penales y cárceles. “La corrupción es la columna vertebral de la podredumbre penitenciaria y abarca a funcionarios y delincuentes”, expone.

 

A su vez, las organizaciones Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C.; Evolución Mexicana, A.C.; Nosotros y los académicos Efrén Sandoval Hernández, Eleocadio Martínez Silva, Ignacio Irazuzta, Luz Verónica Gallegos Cantú, Lylia Palacios, Séverine Durin, rechazan el nombramiento de Tejeda de Luna.

 

El pasado 1 de marzo, Ricardo Tejeda de Luna tomó posesión en el cargo de la Dirección del Centro de Prevención y Readaptación Social Topo Chico.

 

“El exteniente Coronel Tejeda de Luna cuenta con una trayectoria personal y profesional cuestionable puesto que ha sido acusado en múltiples ocasiones de abuso, maltrato, tratos crueles inhumanos y denigrantes, extorsiones, y violaciones a derechos humanos e incluso ha sido denunciado penalmente”, dicen.

 

Durante su cargo en Quintana Roo le fue librada una orden de aprehensión por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas en 2009, asimismo se le investigó por la extorsión a reos para evitar sus traslados a otras cárceles, manifiestan.

 

Cuando estuvo en el Centro de Reinserción Social de Tuxtepec, del que fue finalmente removido, fue denunciado públicamente por reconocida organización de derechos humanos de Oaxaca entre otras violaciones, de cometer tratos crueles, inhumanos y degradantes, extorsión y traslados ilegales de reos a otros centros penitenciarios, añaden.

 

Los especialistas coinciden en que el problema penitenciario se ha salido del control del gobierno y los grupos de la delincuencia organizada adentro y afuera mantienen secuestradas a las autoridades para hacer y deshacer a su antojo.

 

“Los presos de alta peligrosidad conviven con los de menores delitos y pronto se impone el poder del más fuerte. No hay visos de solución, es un mal enraizado que ve lejos su exterminio y en cambio, el auge de la mayor violencia al interior de los penales”, vislumbra Ramírez.

 

En tanto, el gobernador del Estado, Jaime Rodríguez Calderón recalca que todo está controlado en el Topo Chico al igual que en el Cereso de Apodaca – de donde circularon videos en los que grupos de internos sometían y vejaban a otros a los que obligan vestidos con ropa de mujer o desnudos a lavar los pisos-.

 

“Si tienen pruebas preséntenlas”, pide El Bronco, quien insiste en culpar a los medios informativos de ser alarmistas”.

 

 

Inaugurado en 1947, el vetusto penal del Topo Chico asemeja en su interior deterioradas vecindades y a lo largo de su historia ha sido escenario de masacres, pleitos, motines y hasta el secuestro en 1980 del entonces director  Capitán Alfonso Domene Flormillan, quien fue sometido por Rodrigo Alcalá López,El Huevo y por  Carlos López Atencio, El Cubano,y junto a tres secretarias y su chofer los tuvieron por horas retenidos para que les dejaran salir.

 

Solicitaban un vehículo para salir  y dejarlos en libertad, pero tras negociaciones con la autoridad liberaron a la secretaria y otras personas quienes informaron que Domene había sido asesinado.

 

Era el gobierno de Alfonso Martínez Domínguez y tras saberse la noticia, los agentes federales entraron y acribillaron a los reos que además solicitaban la liberación de 12 de sus compañeros.

 

Ubicado al norte de la ciudad en la colonia Nueva Morelos, el penal con capacidad para  3635 internos, tiene una sobrepoblación y alberga a 3979 presos, de los que 3498 son hombres y 481 mujeres. Solo tiene unos 300 custodios, que son insuficientes.

 

Tan sólo de enero de 2011 a septiembre de 2015 han muerto 14 internos en riñas o en condiciones extrañas, dentro de la disputa que sostienen los integrantes de Los Zetas y el Cártel del Golfo.

 

Ejemplo de ello es la riña del  25 de septiembre del 2015 cuando en una pelea murió “El Fresa”, Mario Alberto Roldán Zúñiga, uno de los líderes de Los Zetas. Asimismo, otros 11 internos de ambos bandos resultaron lesionados.

 

En marzo del 2010 en el auge de la inseguridad y la lucha entre los cárteles del crimen organizado en la entidad, hombres armados aventaron al interior del penal 2 granadas y en agosto del mismo año un comando entró e hizo ejecuciones.

 

Rodríguez Calderón  ha observado el deseo de que sea cerrado el penal que ha generado en los últimos 36 años motines y muertes en su interior y busca que el gobierno Federal apoye con recursos para concluir el nuevo penal ubicado en el municipio de Mina, unos 30 kilómetros al norte de Monterrey.

 

En tanto la Comisión Estatal de Derechos Humanos ha recomendado medidas cauteleras a las autoridades y advierte que el Topo Chico es una bomba de tiempo, el investigar Rubio Cano cree que sin programas preventivos y una nueva cultura de la legalidad, seguirá la violencia al interior.

 

kach