CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Las fracciones del PRI y PVEM en el Congreso de la Unión arroparon al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo y evitaron que éste acuda a comparecer luego de la violencia que se registró el fin de semana pasado.
La iniciativa emanó del senador Juan Carlos Romero Hicks (PAN) quien solicitó a la Comisión Permanente emitir “una condena enérgica” por los hechos ocurridos en los municipios de Nochixtlán y Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
Con siete votos a favor y dos en contra, senadores y diputados de ambos partidos, se negaron a incluir en un punto de acuerdo que la Comisión Permanente hiciera pública su solidaridad con los familiares de las personas que perdieron la vida.
El documento –que contó con el apoyo de las fracciones del PRD, PT y Morena—explicaba que las autoridades deben garantizar apoyo jurídico, reparación del daño, así como el respeto a los derechos humanos de las personas afectadas.
“Ambos grupos parlamentarios evitaron que se emitiera un llamado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para que investiguen y esclarezcan, con base en los principios de legalidad, imparcialidad, objetividad, transparencia, eficacia y certeza, dichos acontecimientos”, denunció Romero Hicks.
Los legisladores subrayaron la necesidad de que se incorporara en el texto una “invitación” para que el titular de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong; el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia y el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, acudieran a dialogar con los legisladores sobre los hechos registrados el domingo pasado en Nochixtlán.
Pero, por mayoría, PRI-PVEM también rechazaron convocar al secretario de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, a una “reunión” con integrantes de la Segunda Comisión de la Permanente, a fin de intercambiar puntos de vista sobre el estado que guarda el conflicto magisterial en diversas entidades del país.
nm