MONTERREY, Nuevo León (La Silla Rota).- “Muchas veces se predica con la boca, pero no con el corazón y hace falta eso, ponerse un poquito la mano en el corazón y dar testimonio de lo que eres como persona, como ser humano, qué puedes dar, y si no eres capaz de dar un vaso de agua, entonces no eres capaz de hacer nada por lo que tienes en tu casa, que son tus hijos”, afirma Norma Romero Vázquez, líder de Las Patronas, grupo de voluntarias de Amatlán de los Reyes, Veracruz.
Ella habló sobre “la situación de las personas migrantes”, en el marco del Primer Congreso Interuniversitario de Derechos Humanos denominado “Inclusión”, donde aseguró que en el camino hay gente muy dura para criticar a las personas o simplemente no quieren dar ni un vaso de agua, a los indocumentados.
“Dónde está lo que predicas. No podemos juzgar si no conocemos lo que está pasando, sino conocemos el fondo de lo que traen”, indicó Romero Vázquez.
Ante estudiantes del Tecnológico de Monterrey, solicitó no discriminar sin conocer a fondo la situación de estos hombres y mujeres migrantes, quienes sólo pretenden mejorar sus condiciones de vida.
Los indocumentados son personas que han vivido momentos difíciles, pero eso no los hace delincuentes, agregó la líder de Las Patronas.
Norma Romero Vázquez apoya el deseo de los migrantes por superarse y de hacer bien las cosas, por lo que desde 1995, el grupo de Las Patronas, que lo conforman 14 mujeres les "echan una mano", inicialmente con alimentos y ahora también con asistencia y albergue.
“Como personas de fe, sea la religión que sea, siempre tienes un Dios presente y por lo tanto, debes ver en esas personas ese Dios que te está pidiendo agua”.
“Anteriormente no había retén, ahorita que hay retén, de los 100 ó 120 que llegan a pasar, pasan 50 ó 70, no es lo mismo, aparte a los que agarran y los que logran llegar caminando, sí estamos recibiendo como a unos 150 diarios”, finaliza.
rgg