OAXACA (La Silla Rota).- Después de una cruenta jornada, Asunción Nochixtlán llora a sus muertos. Hoy dos de los ocho caídos recibieron un homenaje en la explanada municipal y retornaron a sus comunidades de origen para el último adiós entre sus familiares y darles cristiana sepultura.
Cientos de personas se reunieron para recordarlos como héroes, celebraron un mitin político y destacaron que lucharon mano a mano contra los federales.
En un entarimado colocaron tres féretros, el Yalid Jiménez Santiago, el primer féretro de Santa María Apazco, y Oscar Nicolás oriundo de Las Flores Tilantongo. El tercero de color blanco de un menor, que según las autoridades estatales no existe.
Por decisión de sus familiares, ambos integrantes del Frente Democrático Popular, organización aliada a la Sección 22 de la CNTE, que participó en la confrontación con la policía fueron trasladados las dos comunidades que se encuentran por lo menos a 3 horas más de este municipio y este lunes retornaron para ser sepultados.
A los cuerpos se les realizó la necropsia de ley y ahí certificaron que murieron a causa de impacto de bala.
Yalid Jiménez se desempeñaba transportista miembro activo del Frente Democrático Popular, pero su papá era maestro de ahí su participación en apoyo al magisterio. Oscar Nicolás era campesino pero apoyó a su organización, comentó Edgar López, vocero de la organización.
Nochixtlán, Oaxaca, es un municipio y cabecera de Distrito, se encuentra a aproximadamente a dos horas de la capital. El domingo vivió un día "rojo" teñido por la sangre de seis civiles que perecieron en medio del fuego cruzado entre manifestantes y policías.
Ese día, se realizaba la plaza popular, donde todas las comunidades vecinas bajan a vender y hacer sus compras de la semana. La gente había quedado en medio de la balacera de ahí que se hayan dado más muertos que aún no se contabilizan.
Los dos hombres pertenecían a la misma organización, una de las tantas que ha sido señala por el gobierno del Estado de infiltrarse en el movimiento magisterial y formar parte de las protestas que se han radicalizado desde hace más de una semana, luego de la detención de Rubén Núñez Ginez y Francisco Villalobos Ricardez
Edgar López aseguró que por lo menos en su organización ninguno de los miembros que salieron en apoyo portaba armas de fuego. "Lo que sí puedo decir es que nosotros no dimos orden de agitar y confrontar. Nosotros no abrimos fuego".
El lunes, en la carretera federal 190 a la altura de este municipio inició un bloqueo que, al ser estratégico por ser la entrada principal de Puebla y Ciudad de México a Oaxaca, ocasionó el caos total y se convirtió en foco rojo de un total de 37 bloqueos que llegó a instalar la Sección 22.
Filas que alcanzaron los 12 kilómetros de carros varados se observaron y aunque abrían el paso por la madrugada, las filas continuaron agudizándose; los pasajeros denunciaron permanecer hasta 10 horas en espera, por lo que se dio la intervención policiaca para liberar la vialidad.
La jornada del domingo 18 de junio, Día del Padre, quedó marcada en la historia del municipio mixteco. Nunca, en su historia había registrado seis muertos en un solo día y menos de esa manera, dice una oriunda.
Alrededor de mil federales y policías estatales acudieron a desbloquear pero encontraron resistencia de cientos de hombres y mujeres que salieron en apoyo a los maestros. La lucha inició frente a frente a pedradas, cohetones y gases lacrimógenos.
Después de casi una hora de enfrentamiento llegaron los balazos, unos dicen que empezó desde los manifestantes y otros desde los policías. Lo cierto es que los ataques vinieron de ambos lados.
En esta batalla 6 cayeron aunque en realizado son 8, más de 100 heridos y alrededor de 60 detenidos.
A 5 de los muertos les practicaron la necropsia de Ley y el sexto fue negado por sus familiares, prefirieron llevárselos de inmediato para velarlo y sepultarlo de acuerdo a sus creencias.
A los tres cuerpos que restan aún no se sabe si también serán homenajeados en esta misma plaza, donde un día antes perecieron o serán llevados a su comunidad.
maaz