MONTERREY, Nuevo León (La Silla Rota).- "Señor procurador tengo mucha prisa, el tiempo me está ganando, el reloj de arena que ha llevado el curso de mi vida le queda muy poquita arena arriba por eso vengo a suplicar sumisamente, a decir señor procurador tenga a bien recibirme”, clama Don Ernesto de 82 años que mantiene la búsqueda de su hijo desaparecido hace seis años.
"Tengo mucha prisa, me estoy muriendo y mi esposa también y quiero saber algo de mi hijo, no quiero que sea uno más de esos seres que menciona Jean Paul Sartre, muertos sin sepultura", añade ante las puertas de la Procuraduría estatal donde tendría una cita con el titular y que ahora le han cambiado para fecha próxima.
A su hijo Ernesto Efraín Vidal Flores, de 30 años, estudiante de Criminología, se lo llevaron mientras comía en un puesto de tacos el 11 de abril de 2011.
El está acompañado de activistas como El Padre José Manuel Guerrero, conocido como el Padre Chema, Liliana Flores Benavides, integrantes del Colectivo Nosotros y de Eslabones Nuevo León por los Derechos Humanos.
Pide justicia, que se encuentre a su hijo y reitera que lleva prisa, que no tiene mucho tiempo para ello, pues la muerte está cerca y le pide al gobernador Jaime Rodríguez que sea sensible.
Los activistas entregarán un escrito el próximo lunes al procurador Bernardo González Garza para exigirle una cita de trabajo y firma de acuerdos con lo que se puedan establecer mesas de trabajo.
Solicitan que sean contrastados los ADN de los familiares con los restos encontrados en las fosas de Nuevo León y de estados aledaños.
Queremos el derecho de audiencia de parte del gobernador a quien le exigimos cumpla con la ley, exclama a su vez Liliana Flores Benavides.
Voceros de la Procuraduría afirman que desde la semana pasada se informó del cambio de fecha de audiencia pero no saben decir cuando se le recibira.
"La mayor parte del país es un camposanto, es lo que tenemos en México, muertos sin sepultura, queremos darle cristiana sepultura a todos esos muertos que tenemos en la República", dice don Ernesto.
kach