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Tanhuato: manipulación de evidencias para ocultar la ejecución

El entonces comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, trató de sostener la versión del enfrentamiento entre civiles armados y uniformados

Escrito en ESPECIALES LSR el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Peritajes de la Procuraduría de Michoacán revelaron que elementos de la Policía Federal sembraron armas y manipularon evidencias para ocultar la ejecución arbitraria de 22 civiles en Tanhuato el 22 de mayo de 2015.

 

En el expediente los peritajes que sepultan la versión de la Policía Federal, exhiben que las armas presuntamente utilizadas por los civiles los tenían los seguros, los cargadores de las armas estaban vacíos, la posición de algunos cuerpos no corresponde a la original y los fusiles fueron colocados de manera posterior a la muerte de los civiles.

 

El entonces comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, trató de sostener la versión del enfrentamiento entre civiles armados y uniformados, “no hay una sola ejecución, lo digo categóricamente”.

 

Aseguró que “la Policía Federal no tiene una filosofía del desquite, es una acción de inteligencia, de trabajo de persecución; sin miramiento los grupos de la delincuencia organizada enfrentan a la policía”.

 

 

Sin cargadores

 

El cuerpo de uno de los civiles, identificado como Cadáver 6, en el interior de la vivienda del Rancho del Sol reveló la manipulación de los elementos de la Policía Federal de los cuerpos y las armas, que no murió en combate como señalaron los uniformados.

 

La víctima presentó manchas blanquecinas que asemejan la suela de calzado tipo botín de trabajo sobre la playera en la región abdominal y pectoral, así como en la manga derecha. Además en la cara interna del antebrazo derecho, se aprecian maculaciones claras de lodo seco.

 

 

Tenía una equimosis de color negro violácea en la cara externa del brazo izquierdo, y otra equimosis en la cara externa del codo izquierdo.

 

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó “que la víctima encontrándose en vida, fue sometida por los elementos de la PF que lo detuvieron, quienes lo recostaron en posición de decúbito dorsal y, posteriormente, se posaron sobre sus antebrazos y en la zona toraco-abdominal, lo que implica con alto grado de probabilidad que la víctima no portara el arma de fuego que se le asoció”.

 

Se detectaron irregularidades en el rifle de asalto marca Zastava calibre 7.62X69 vinculado al Cadáver 6 que demuestran que el civil no disparó esa armar.

 

El arma de fuego no tiene cargador y se encuentra con el seguro accionado, además de que presenta un casquillo atorado en la recámara; uno de los extremos de la correa se encuentra obstruyendo el llamador, e incluso rodea la parte posterior entre el guardamonte y el llamador, para terminar el extremo de la correa por delante de este último”, expuso la CNDH.

 

 

Otro elemento exhibe que el civil utilizó el rifle de asalto, la mano derecha del cadáver descansa sobre la empuñadura del arma de fuego, sin embargo, a pesar de que la extremidad de la víctima presenta manchas de sangre y lodo seco, la empuñadura se encuentra libre de maculación.

 

No fue el único civil que no disparó de acuerdo a los peritajes. Un civil, señalado en la averiguación previa como Cadáver 37 bis, su arma no tenía cargador.

 

Los peritos de la PGJEM en el dictamen con número de oficio UEEC-622/2015-C de 22 de mayo de 2015, determinaron en relación con los indicios balísticos asociados al cadáver 37 bis que “se pudo constatar que el arma de fuego, fusil, marca sporter, calibre cal 7.62x39, matrícula esmerilado, manufactura Made in U.S.A., la cual se encontraba sin cargador y sin cartucho arriba de la recámara por lo que es poco probable que haya manipulado y disparado dicha arma de fuego en este punto donde se localizó el cadáver […]”.

 

 

Cambios de armas

 

En la evidencia fotográfica, el Cadáver 4 aparece con armas diferentes en las gráficas de la procuraduría michoacana y de los medios de comunicación, lo que permite establecer que el arma en cuestión fue colocada deliberadamente en el lugar de los hechos.

 

En una fotografía aparece Cadáver 4 sobre el pasto sosteniendo sobre su mano derecha un fusil de asalto, modelo AR-15, con correa en color negro con cargador.

 

Y en el informe pericial UEEC-626/2015-C en el apartado de INDICIOS, peritos en materia de criminalística de la PGJEM determinaron “sobre su extremo izquierdo a una distancia de 12 cms de separación de su codo hacia el poniente de este en sentido paralelo del hoy occiso y con su boca del cañón en sentido poniente se localizó un arma de fuego tipo fusil de asalto, sin marca, sin modelo calibre 7.62X39, matrícula 56S302805 […]”.

 

Lo que exhibe que el arma relacionada con la víctima fue sustituida por otra de un calibre distinto.

 

 

En el peritaje se establece que “EN LO REFERENTE A LA POSICIÓN EN QUE FUERON LOCALIZADAS LAS ARMAS DE FUEGO DE LOS CADÁVERES […] 4 Y […] SE ESTABLECE QUE ÉSTAS FUERON MANIPULADAS Y MOVIDAS DE SU POSICIÓN ORIGINAL POSTERIOR AL FALLECIMIENTO DE LOS OCCISOS”.

 

Los peritos estatales establecieron que hubo más armas colocadas a los cadáveres.

 

El citado informe pericial UEEC-626/2015-C los expertos en materia de criminalística de la concluyeron que “[…] EN BASE A LAS CONDICIONES FÍSICAS Y LA FORMA EN QUE FUE LOCALIZADA EL ARMA DE FUEGO QUE SE ENCONTRABA SOBRE EL FLANCO IZQUIERDO DE OCCISO 34-BIS, SE DETERMINA QUE DICHA ARMA DE FUEGO FUE MANIPULADA […] Y ALTERADA DE SU ESTADO ORIGINAL MOMENTOS POSTERIORES AL DECESO DEL HOY OCCISO. […] EN CUANTO A LA POSICIÓN […] QUE FUERON LOCALIZADAS LAS RAMAS (SIC) DE FUEGO QUE PORTABAN LOS OCCISOS 34, 35 Y 36 SE DETERMINA QUE ESTAS NO CORRESPONDEN A SUS POSICIONES ORIGINALES Y QUE FUERON MANIPULADAS Y ALTERADAS DE SU ESTADO ORIGINAL […]".

 

 

Montaje federal

 

El peritaje permite establecer que los elementos de la Policía Federal manipularon las armas para colocarlas junto a los cuerpos de los civiles.

 

Un hombre, señalado en la investigación como 35 bis, se le asociaron un lanzacohetes y la parte de un rifle.

 

 

El peritaje establece que “DE ACUERDO A LA LOCALIZACIÓN DE LA CULATA DE MADERA LOCALIZADO(SIC) SOBRE EL FLANCO IZQUIERDO DEL CADÁVER 35 BIS, SE DETERMINA QUE ESTA PARTE ESENCIAL COMPONENTE DE UN ARMA DE FUEGO FUE DEJADA EN ESE SITIO POSTERIOR A DAÑARSE DE LA ESTRUCTURA, DE LA CUAL ES COMPONENTE ORIGINAL, EN TANTO QUE EN LO REFERENTE AL LANZA COHETES LOCALIZADO A 12 METROS HACIA AL NOROESTE DE LOS CUERPO (sic) 34 (sic) Y 35-BIS, SE DETERMINA QUE ÉSTE FUE DEJADO POSIBLEMENTE POR OTRAS PERSONAS QUE UIAN (sic) EN ESA DIRECCIÓN Y EL CUAL SE ENCONTRABA YA ABASTECIDO CON UN COHETE 66 MM […]”.

 

También los elementos de la Policía Federal tuvieron el tiempo para mover de su posición original los cuerpos de los civiles ejecutados arbitrariamente y de las armas.

 

 

La CNDH señaló que “servidores públicos de la PF movieron los cadáveres 2 (V39), 3 (V38), 4 (V37), 7 (V3), 16 (V12), 19 (V15) y 25 (V31) de su posición original e inmediata al momento de ocurrir su deceso (…) Las armas de fuego que se relacionaron con los cadáveres 1 (V40), 3 (V38), 5 (V36), 34 (V28), 34 bis (V26), 35 (V29) y 36 (V30), fueron manipuladas y movidas de su posición original posterior al fallecimiento de los occisos”.

 

“Las armas que se relacionaron con los cadáveres 2 (V39), 15 (V11), 16 (V12), 17 (V13), 18 (V14), 19 (V15), 20 (V16), 22 (V18), 23 (V35), 24 (V34), 26 (V32), 27 (V33), 28 (V24), 29 (V23), 30 (V22) y 32 (V20), fueron colocadas deliberadamente por elementos de la PF”, señaló el Organismo nacional.

 

La evidencia en la investigación evidencia como los elementos de la Policía Federal manipularon armas y cuerpos para ocultar las ejecuciones arbitrarias.

 

lrc