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Los pacientes del miedo

Guerrerenses enfermos evitan la inseguridad en las carreteras de su estado, y prefieren atenderse en hospitales michoacanos

Escrito en ESPECIALES LSR el

 

MORELIA, MICHOACÁN (La Silla Rota).- Silvia es originaria de Santiago Zacango, municipio de Atenango del Río, Guerrero, y cada mes viaja más de cinco horas y media para poder acceder a los servicios de salud que oferta el Hospital General “Dr. Miguel Silva”, en Morelia, Michoacán.

Tiene 43 años de edad, Silvia padece de diabetes mellitus e hipertensión arterial, mientras que su esposo José, de 58 años tiene problemas en la cadera.

Atenango del Río está a dos horas de Chilpancingo, la capital de su estado, pero la inseguridad en las carreteras es un obstáculo para ellos. Para ir a esa ciudad debe pasar por zonas en disputa entre las bandas “Los Guerreros Unidos”, “Los Rojos” y “Los Ardillos”, principalmente.

Silvia y José son parte del 40 por ciento de las atenciones que el Hospital Civil de Morelia da a personas no originarias o residentes del estado.

El director del hospital, Jesús Ángel Villagrán Uribe, precisó que el nosocomio recibe a pacientes principalmente de Guerrero, Guanajuato, Estado de México, Jalisco y Colima.

Refirió que esto llega a ser una problemática, debido a que muchas veces los foráneos absorben la atención que se le debe proporcionar a un michoacano que está afiliado al Seguro Popular o que es considerado como población abierta.

Además de la inseguridad, aseguró que los foráneos prefieren el hospital porque tiene más especialistas.

“Aunque hay hospitales y servicios en esas entidades, muchas especialidades no las tienen y para muchos no es fácil acudir al médico particular”, afirmó.

Aseguró que el hospital civil es una instancia de salud de referencia en diversos estados de la República, por los bajos costos que se tienen para la población que no cuentan con ningún tipo de seguridad social y a la accesibilidad que se da para la prestación de los servicios.

Por ello, el Hospital General de Morelia al año atiende a un millón de habitantes de los cuales alrededor de 400 mil son de otras entidades.

Aunque en Guerrero, Estado de México, Guanajuato, Jalisco y Colima se cuenta con hospitales y servicios de alta especialidad, son varias las atenciones que no contempla y para muchos de los pacientes es más fácil acudir a Michoacán que pagar a un medio particular.

Silvia refiere que a pesar de la inversión en tiempo y dinero para el traslado, a veces la atención no es la adecuada.

Además, ella y su esposo se quedan en los albergues cercanos al hospital o a veces deben dormir en las afueras del nosocomio en casas de campaña. “Mucha gente viene y da alimento a los que se quedan afuera del hospital, pero no es de todos los días y la comida se acaba muy rápido; son muchos los necesitados”.

Han sido ya tantas las visitas que Silvia considera a Michoacán su segundo hogar y, a pesar de las carencias que presenta el Hospital Civil de Morelia, principalmente en medicamentos y en el funcionamiento de varios servicios, para ellos es más fácil acceder a los servicios de salud del estado, que acudir a Chilpancingo o Ciudad Altamirano y exponerse a los riesgo de carretera y de la inseguridad, además de la poca oferta de los servicios de salud que se tienen en Guerrero.

"A nosotros nunca nos pasó nada, ni hemos visto nada, pero es que ya son varias personas que nos dicen que los asaltan o que hay retenes de gente que dizque son autodefensas, y se dicen tantas cosas y nosotros enfermos, que mejor no nos arriesgamos, y para acabarlo los servicios allá están muy mal, sentimos que aquí están un poquito mejor", señalaron.

Sin embargo, advierte que hay un trato distinto del personal e incluso de otros pacientes hacia quienes vienen de otros estados: "una vez una muchacha dijo en la fila de la farmacia que deberían atender primero a los de Michoacán, en otra ocasión un tal doctor Pozitos, nos hizo el comentario de que por qué no nos atendíamos en nuestro estado, y así, pero en general no pasa de eso, nos terminan atendiendo, que es lo que importa".

Si bien encuentra mejor los servicios de salud en Michoacán, también se enfrenta a las deficiencias, pues asegura que la mayoría de las veces debe comprar el medicamento, debido a que no siempre se encuentra el fármaco para diabéticos e hipertensos en la farmacia del hospital, también lleva un mes esperando a que se concrete  la instalación de la nueva empresa de Laboratorio Velemed, que facilitará a los derechohabientes diversos tipos de estudios y análisis especializados de forma gratuita, pero que por disputas en la licitación pública, continúa posponiéndose.

Silvia recordó que tampoco están brindando al cien por ciento los servicios de resonancia magnética y el de hemodinámica, pues también ha habido dificultades para concretar el cambio de proveedores, por lo que muchos de los artefactos ya tienen al menos una década en funcionamiento y requieren ser sustituidos por equipo de vanguardia.

Pese a las carencias, son miles los mexicanos que, como el caso de Silvia y José, tienen que vivir un vía crucis para acceder a los servicios de salud en Michoacán, si bien en su caso es por miedo a la inseguridad que se vive en las carreteras de Guerrero, la satisfacción de lograr ser atendidos con frecuencia se viene abajo cuando también se topan las deficiencias y vicios del sistema de salud en la entidad: "muchos vienen de fuera y les toca irse sin realizarse el estudio ni la consulta, se van a su casa y al mes vuelven a regresar para ver sí funcionan los aparatos y así se la llevan”.

 

Asm