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La fortuita detención del operador financiero de ‘Guerreros Unidos’

La detención presenta irregularidades que podrían derivar en la liberación de un probable responsable de la desaparición de los 43

Escrito en ESPECIALES LSR el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- De manera fortuita y sin trabajo de inteligencia, elementos de la Armada de México, aprehendieron al presunto operador financiero del cártel de los Guerreros Unidos, Raúl Núñez Salgado alias “El Camperra”, sin embargo, la detención presenta irregularidades que podrían derivar en fallas en el debido proceso, y propiciar la liberación de un implicado clave en la operación del grupo criminal que estaría detrás de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Los marinos tardaron más de 10 horas en el viaje carretero para trasladar de Acapulco a la Ciudad de México a “El Camperra”, es decir, que recorrieron aproximadamente 380 kilómetros a una velocidad promedio de menos de 40 kilómetros por hora en la autopista y las calles de la capital del país.

De acuerdo con las autoridades, “El Camperra”, casi de inmediato confesó su pertenencia a los Guerreros Unidos, y que todo el tiempo tuvo una “actitud agresiva”, por lo que se golpeaba solo contra el vehículo oficial.

Sin embargo, el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) reveló que algunos detenidos por el Caso Ayotzinapa tendrían “lesiones en el contexto de un abuso y exceso de fuerza con carácter intencionado”.

Un ingrediente adicional que abona en la sospecha, es la contradicción sobre cómo fue aprehendido "El Camperra", ya que la declaración de Tomás Zerón de Lucio, titular Agencia de Investigación Criminal, no coincide con la marino David Ramírez Alcaraz, quien realizó la detención y puesta a disposición.

Actualmente, el presunto responsable se encuentra detenido en el Centro Federal de Readaptación Social No. 4 “El Rincón” en Nayarit, acusado de delitos contra la salud y cohecho.

 

 

La Silla Rota tuvo acceso a la versión pública del expediente de la Procuraduría General de la República sobre la desaparición de los 43 normalistas rurales de Ayotzinapa, y encontró las condiciones en que fue detenido y presentado ante el Ministro Público Federal "La Camperra".

 

LA DETENCIÓN

 

El marino, David Ramírez Alcaraz, narró cómo de manera fortuita -sin mediar labores de inteligencia- fue asegurado Raúl Núñez Salgado alias “El Camperra", operador financiero de Guerreros Unidos.

"El 14 de octubre 2014 a las 21:30 horas circulando en calle **** (borrado) del puerto de Acapulco realizando trabajos de coadyuvancia en la seguridad se detectó una camioneta blanca ostión con una persona de pie del lado del piloto, que al percatarse de la presencia de la unidad emprendió la huida y se me cayó algo, la persona que estaba en la camioneta bajó, pero tropezó al darse a la fuga provocándose distintas lesiones es partes del cuerpo”.

De acuerdo con la declaración del marino, “El Camperra” le informó que pertenecía a los Guerreros Unidos, se dedicaba a la venta de cocaína y le entregaba 600 mil pesos a Francisco Salgado Vadallares, subdirector de Seguridad Pública del municipio de Iguala, Guerrero.

A “El Camperra” le fueron encontrados en la camioneta Nissan Advance modelo 2012, dos envoltorios de nailon, con un polvo similar a la cocaína, tres teléfonos celulares, 970 pesos y 7 dólares.

Relató que contrasta con la declaración del titular de la AIC, Tomás Zerón de Lucio, hecha durante una entrevista con dos televisoras, señaló que "Raúl Núñez Salgado fue detenido ayer en Acapulco, Guerrero saliendo de un establecimiento comercial”.

En la declaración del marino no figura ningún establecimiento comercial, sino que el vehículo de “El Camperra” se encontraba estacionado en una calle de Acapulco.

Raúl Niñez Salgado, es uno de los principales operadores de los Guerreros Unidos, ya que de acuerdo a la declaración de un “halcón” de Protección Civil de Iguala, contenida en el expediente de la PGR, todos los informantes tenían que comunicarse con “El Gil” y “El Camperra”.

El operador financiero de Guerreros Unidos señaló que el jefe del cártel daba las órdenes desde Toluca, Estado de México, además señaló con nombre y apellidos a líderes de las plazas de Buenavista e Iguala.

Señaló que a partir del ataque a los normalistas en Iguala quemó toda la evidencia que lo pudiera relacionar con los Guerreros Unidos.

El marino reveló que “El Camperra” le ofreció dinero a cambio de que no lo detuviera, y que le respondió “no, negativo que no aceptamos su propuesta”. Al escuchar que sería trasladado a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada en el Distrito Federal (SEIDO), el detenido “intentó desarmar” a otro marino y que en el forcejeo cayeron al suelo, por lo que “nos vimos obligados a labores de sometimiento y evasión ante el peligro inminente”

Una vez que “El Camperra” era subido a la camioneta de la marina “se aventó contra los tubos de la batea, golpeándose parte del oído, cara y diferentes partes del cuerpo”, según el marino, para después amenazarlos que no sabían con quien se metían, que tenía amigos en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y decirles que “a él se la pelan”, y nuevamente volverse a impactar el rostro contra el vidrio de la unidad.

El informe del GIEI reveló que Raúl Núñez Salgado “El Camperra” presentó distintas lesiones: 7 excoriaciones, 33 equimosis, 4 costras y dermatosis.

Debido a que la mayoría de los detenidos presentaba golpes al momento de ser presentados ante la autoridad, se concluyó “si bien hay lesiones que pueden ser preexistentes o pueden haberse dado en maniobras de detención, esto no explicaría la generalización de esas lesiones ni lugares donde se dan, por lo que es muy probable que al menos una parte de los detenidos sufrieran lesiones en el contexto de un abuso y exceso de fuerza con carácter intencionado”.

Señaló que atención y análisis que hizo la PGR “desde la perspectiva forense es claramente insuficiente y se encuentra muy por debajo de los estándares internacionales recomendados para estos casos que pretendan una tutela y garantías de los detenidos y una posterior investigación judicial eficaz de los hechos”.

 

TRASLADO AL DF

 

La Marina tardó más de 10 horas en trasladar de Acapulco a las instalaciones de la SEIDO en la Ciudad de México. Un recorrido de aproximadamente 5 horas lo realizó la Armada de México en el doble de tiempo por una serie de incidentes inusuales. El traslado se hizo después de las 21:30 horas del 14 de octubre de 2015 y llegaron al Distrito Federal a las 8:50 horas.

“Se procedió al traslado ante esta autoridad (SIEDO) desde Acapulco circulando en forma lenta moderada, ya que nuestra unidad oficial venía presentando fallas mecánicas, y en el trayecto casi al llegar a esta ciudad, la llanta delantera izquierda del vehículo oficial se poncho por la cual nos detuvimos para su reparación”, declaró el marino David Ramírez Alcaraz.

No sería el único motivo del retraso de los marinos en su recorrido a la Ciudad de México, todavía realizaron una escala.

“Aunado a esto, cuando entramos en esta ciudad se solicitó a un médico naval certificar la integridad del asegurado, toda vez en el camino venía agresivo, golpeándose contra la camioneta”, se puede leer en la declaración.

Y también responsabilizó al tráfico, “adición al tránsito vehicular del Distrito Federal, arribamos a sus instalaciones federales a las 8: 50 horas”. El traslado de 380 kilómetros duró más de 10 horas.

La detención de Raúl Núñez Salgado “El Camperra” está rodeada de sospecha por las lesiones y el maratónico traslado a la Ciudad de México, por lo que en caso de acreditarse abusos y arbitrariedades, el operador de los Guerreros Unidos podría salir en libertad por las fallas en el debido proceso.

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asm